2024 fue un año muy complicado, el peor de mi vida. Se mezclaron cambios personales con muchos retos profesionales y la falta de tiempo y la conciliación se convirtieron en un verdadero reto.
Reconozco que pensaba que, tal y como me lo había planteado, lo tenía todo bajo control, pero poco a poco empecé a notar señales de que la cosa no iba bien, porque mi casa así me lo estaba diciendo:
Acumulación de objetos en la mesa del salón.
Cada vez más y más variados. Cuando entras en mi casa el salón abierto a la cocina es lo primero que se ve por lo que para mi el orden en esta zona es una prioridad.
Acumulación de ropa para lavar o para guardar en el armario.
Fundamental para el orden de una casa que la colada esté al día. En mi caso las cestas de la ropa sucia se amontonaban y la montaña de ropa pendiente de guardar no bajaba.
La mesa del despacho hasta arriba de distracciones.
Papeles, dibujos de mi hijo, monedas, juguetes, cosas pendientes de arreglar, documentos médicos… Cada vez estaba todo más mezclado y me resultaba imposible concentrarme para trabajar porque empezaba ordenando una cosa, otra… y se me pasaba el tiempo para dedicarle a lo que realmente necesitaba hacer ese día.
¿Sabéis que significa todo esto? Exacto, ESTRÉS!!
Evidentemente tenía otros muchos síntomas como el cansancio, el insomnio, estaba más torpe, se me olvidaban las cosas… pero lo que me hizo darme realmente cuenta fue ver si casa así y pensar que no sabía en qué momento había pasado llegado a eso.
Frené, me replanteé horarios y prioriodades y vacié varias mañanas en la agenda para poner la casa al día. El problema no era el tiempo que tardara sino el momento de hacerlo, organizarme para ello. Y eso si, una cosa que tenéis que tener clara, habiendo una buena base de orden los resultados llegan mucho más rápido.
Creo que las palabras que mejor definen el después de ese proceso son alivio y calma. Porque llegaba a casa y estaba más tranquila, porque podía sentarme a trabajar sin estar pensando en todo lo que estaba en la mesa pendiente… Dormía mejor, me sentía menos estresada y mucho menos culpable. Por fin volví a sentirme con el control de la situación.
Puedes con todo, pero no con todo a la vez
Este es un proceso por el que pasáis muchos, ya sea por una enfermedad, por una temporada de más trabajo, por la maternidad/paternidad, por una pérdida… Nadie está libre de estas «rachas» así que no te sientas culpable si en un momento dado no llegas. Esta es una frase un poco «Mr.Wonderful» pero recuerda que puedes con todo, pero no con todo a la vez.
Te dejo un resumen de mi año profesional en imágenes. He vivido experiencias increíbles y se merecen también estar aquí.
2025, te espero muy motivada y con muchas ganas de ayudar a la gente a encontrar su orden.
¡Arrancamos!
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